Fray Joaquín de Finestrad, refiriéndose a la Provincia de Antioquia, decía: "Toda está lastrada de oro; es la más miserable de todas, a proporción de la riqueza que contiene para la corona española".
Los españoles explotaban los metales preciosos en el cerro de Buriticá y en el río Cauca, mientras vivían en zozobra por los constantes ataques de los indígenas. Santafé de Antioquia era una población pobre y pequeña, si se la compara con otros poblados de la época de la colonia.
Sus calles empedradas y sus casas con fachadas de adobe y cal, techos de tejas de barro, de ventanales decorados con barrotes de madera. Sus portones te invitan a ser cruzados para adentrarte en los solares ajardinados, porque es en su interior donde se mantiene la verdadera esencia de un pueblo que pareciera estar anclado al pasado. Sus tranquilas plazoletas y rincones secretos te llevarán a descubrirla, pero al mismo tiempo a callejearla sin prisa.