Para cruzar los ríos de mayor tamaño, donde no eran posibles el paso a pie ni los puentes de madera, se usaban garrunchas y barcas cautivas.
La garrucha fue el sistema más sencillo para cruzar ríos o cañadas de menor tamaño. El cable se tiende de lado a lado del río, sobre él rueda una polea de la cual cuelga un gancho, y de éste se sostienen el viajero o la carga, mediante un arnés. El pasajero se agarra con una mano del gancho y se deja caer, permitiendo que la polea ruede libremente hasta el final del cable.
Las barcas cautivas son canoas unidas mediante poleas a un cable cuyos extremos se anclan en ambas orillas del río. Esas barcas se mueven a través del cauce gracias a la fuerza de tracción del cable y la fuerza de la corriente, reguladas por el timón de la embarcación.
En Antioquia fueron la solución más eficaz para cruzar el Cauca, cuando se requería resolver el paso simultáneo de viajeros, animales y cargas pesadas.Tenían tres graves problemas: El de las largas esperas para cruzar el río, debido a las dificultades de cargue y descargue, a su lento desplazamiento por el agua y a los riesgos de accidentes, que se incrementaban por el oleaje y por el arrastre de troncos por el río.