La situación de Antioquia en materia de caminos era deplorable, solamente había unos pocos tramos de carreteras propiamente dichas: la de Medellín a Barbosa, la de Medellín a Caldas y la de Medellín a Envigado. El resto eran caminos de herradura; buenos algunos, regulares otros y malos los restantes.
Eran evidentes las incomodidades y peligros que se presentaban en esas trochas. Así como había tramos en que los terrenos eran estables y permanecían transitables tanto en verano como en invierno, otros cruzaban zonas frágiles, pendientes resbalosas, lodazales y tragadales de muy difícil paso.
Eran evidentes las incomodidades y peligros que se presentaban en esas
trochas. Así como había tramos en que los terrenos eran estables y permanecían
transitables tanto en verano como en invierno, otros cruzaban zonas frágiles,
pendientes resbalosas, lodazales y tragadales de muy difícil paso.